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Volver siempre es bueno. Los espero donde siempre.

"And I feel like
Some bird of paradise
My bad fortune slipping away
And I feel the
Innocence of a child
Everybody's got something good to say"

Volví a encontrarme con "Stories from the city, stories from the sea", el CD regrabado por un amigo al que hoy le va barbaro en Londres, a quien quise en un silencio ponzoñoso. Hoy casado con una brasilera, todo muy rico para el, todo muy rico para mi. En fin, puse el CD en la maquina, sin darme cuenta que estaba puesto el modo "shuffle". Empezó a sonar ESA canción. Si bien siempre había entendido el estribillo simple creo que nunca lo habia vivido realmente. Nunca habia sentido toda la "mala suerte" irse de mis manos, ni había honestamente, sentido "la inocencia de un niño" y definitivamente, jamas me había sentido un "ave del paraíso" (no puedo saber si realmente es posible sentir eso).

La canción se va terminando, habiendo derramado un mensaje que cristalino. La inspiración auntentica no tiene por que se la miseria misma. El pecho contento, la sonrisa sin fingir, el silencio como una poderosa fuerza que nos controla desde el abatimiento.
Creo que todo el mundo tiene algo bueno para decir. No?

"Cosmopolita y tanguera. Creo que por eso me duele tanto en el pecho".

Asqueada de tanta perfeccion. Esperando que uno de sus orgasmos rompiera con el hechizo. El perro que ladra sobre el monte de pasto, la noche que no dice nada en su oscuro silencio. Un tonto se golpea repetidamente la cabeza contra la pared a la espera de una respuesta que nunca va llegar. Pienso que por eso se golpea tanto.
Un bobalicon, un sadico muy sonso se entromete en mis cosas. Lee lo que escribo y se siente herido al leer tanta verdad. Mis palabras, mi unica daga frente a tanta pavada sin sentido.
Flota, flota, flota en el aire el aroma del triunfo. Esgrimo como unico escudo mi rostro sonriente, mi alegría, mis victorias.
Tus caprichos, tu sadismo, tu enfermedad, tus celos. Cuantas mentiras. Mis manos tocan un cuerpo tan puro ahora que al fundirme siento que lo respiro. Al final, cuando el deseo duele y lastima el cuerpo, una cascada de baba sublime me protege de los embates de los mirones.
Miradme ahora, horda de perdedores! Miradme desangrar las penas del pasado!

Si. Son sostenidamente rídiculas sus apariciones, suelen venir con la primavera (con su correspondiente alza hormonal) y retirarse antes de que el sopor veraniego termine de hacerse presente. Es un cortejo bobo, pretende ser inocente. Logico, no lo consigue. Camina alegre en zapatillas con ese aspecto de tener un resorte por columna vertebral, y aun, como si este fuera el eje mismo de sus dias. Pendulante y sin sentido. Jura que solo quiere acercarse pero es facil darse cuenta que mi situación actual y lo inhibe y no es para menos. Su fachada de acero se derrite en el sudor de las manos.
Suena el celular y el ya lo sabe. Es el llamado que lo hace volver a casa. La perdida de su madre a una edad tan temprana no dejó mas opción que sustituírla. Baja la mirada para hablar. Al cortar, la levanta para verme. Ese brillo pobre en sus ojos me busca en transgresión. Acarticia mi mano esperando encontrar una cresta punk. Mira el reloj de pared que está a mis espaldas y en silencio se va como vino. Piensa un buen motivo para darse vuelta pero el movil no deja de sonar.

A veces, de noche, me despierto. Una terrible mezcla de desolacion y aceleracion. Entonces trato de abrir los ojos, pero claro, estoy muy dormida y esta operacion demora unos cuantos segundos. Segundos durante los cuales sufro tu pérdida, entonces trato de imaginarme que sigo soñando, que estamos corriendo en la playa transparente, o en el estomago de un payaso inflable gigante que está en un parque de diversiones al Este de Kiev. La idea del sueño debería tranquilizarme, lo se. Pero no funciona, mi cuerpo empieza a temblar, mi espalda a sudar frio. Y una vez mas, en un nanosegundo me aparece mentalmente la imagen del castillo de Dracula que tenia cuando lei a Stoker por primera vez a los doce años. Otra milesima de tiempo, la tapa de la primera edición que tuve de Demian de Hesse, la lata de galletitas con cambio de la casa de mi abuela paterna, la bicileta roja de la que me cai, el telefono Avaya que descansa sobre mi escritorio, mis jefes, mas temblores, mas sudor, tu cara, te sigo buscando.
De pronto, entre tanta imagen sin sentido, me doy cuenta de que me estoy despertando por completo, abrir los ojos ya no es tan complicado. Estas a mi lado, respiro, te escucho roncar. Mi primer oso de peluche, color verde agua. Ahora si. Con un arrullo que a duras penas yo puedo comprender, hasta mañana.

For my babies....