Asqueada de tanta perfeccion. Esperando que uno de sus orgasmos rompiera con el hechizo. El perro que ladra sobre el monte de pasto, la noche que no dice nada en su oscuro silencio. Un tonto se golpea repetidamente la cabeza contra la pared a la espera de una respuesta que nunca va llegar. Pienso que por eso se golpea tanto.
Un bobalicon, un sadico muy sonso se entromete en mis cosas. Lee lo que escribo y se siente herido al leer tanta verdad. Mis palabras, mi unica daga frente a tanta pavada sin sentido.
Flota, flota, flota en el aire el aroma del triunfo. Esgrimo como unico escudo mi rostro sonriente, mi alegría, mis victorias.
Tus caprichos, tu sadismo, tu enfermedad, tus celos. Cuantas mentiras. Mis manos tocan un cuerpo tan puro ahora que al fundirme siento que lo respiro. Al final, cuando el deseo duele y lastima el cuerpo, una cascada de baba sublime me protege de los embates de los mirones.
Miradme ahora, horda de perdedores! Miradme desangrar las penas del pasado!